Las orquídeas se consideran una de las flores más bellas y diversas que existen, con más de 25.000 variedades conocidas. Pueden tener casi todos los colores, excepto el negro, y sus formas y tamaños pueden variar desde el tamaño de un pulgar hasta la estatura de una persona. Aunque estas flores pueden ser muy exquisitas, también son muy difíciles de cuidar, ya que requieren mucha atención y paciencia. Si quieres cultivar esta impresionante flor en tu propia casa, aquí tienes una guía completa sobre cómo plantar y cuidar orquídeas.
Elegir la orquídea adecuada
Antes de poder plantar y, en definitiva, cuidar una orquídea, tendrás que seleccionar el tipo que más te convenga. Uno de los factores más importantes a tener en cuenta al elegir una orquídea es la cantidad de luz que necesitará. Las orquídeas se mantienen en interiores o exteriores, y estas últimas necesitan unas condiciones de luz adecuadas para prosperar. Aunque algunos tipos de orquídeas necesitan luz solar directa, otras crecen mejor a la sombra parcial, e incluso algunas requieren poca luz.
Otros factores que debes tener en cuenta al elegir una orquídea son el tamaño de la flor, su forma, su fragancia y el intervalo de temperaturas en el que estará más contenta. Algunos tipos de orquídeas prefieren condiciones frescas, mientras que otras prefieren el calor.
Cómo plantar orquídeas
Al plantar una orquídea, querrás seleccionar una maceta fuerte y sólida con un orificio de drenaje. Esto ayudará a evitar que el agua se acumule y cause la putrefacción de las delicadas raíces de la orquídea. Las macetas de orquídeas suelen ser de barro cocido o plástico, siendo las primeras mejores si tienes dificultades para mantener la humedad.
Una vez que hayas seleccionado una maceta, llénala aproximadamente hasta la mitad con un medio de cultivo específico para orquídeas. Después, deberás sacar la orquídea suavemente de la maceta original y sacudir la suciedad suelta de las raíces. Después de esto, ya puedes colocar la orquídea en la nueva maceta y asegurarla en su sitio añadiendo un poco más de medio de cultivo alrededor de las raíces.
Cuidados esenciales de la orquídea
Como dijimos antes, las orquídeas requieren mucha atención y cuidados para prosperar. La mayoría de las orquídeas prefieren mantenerse frescas, con un rango de temperatura óptimo entre 13 y 24 grados centígrados. También deberás asegurarte de mantener la orquídea bien hidratada, pero sin exceso. Una forma de garantizarlo es regar la planta abundantemente una vez a la semana, dejando que el agua se escurra de la maceta y que el medio se seque.
Las orquídeas también necesitan humedad para sobrevivir, siendo el nivel óptimo del 50% al 70%. Si tienes dificultades para mantener este nivel de humedad, puedes colocar una bandeja de humedad junto a la planta o un pequeño humidificador en la habitación.
Además de estas cosas, es importante que la orquídea reciba la cantidad correcta de nutrientes para ayudarla a crecer y mantenerse sana. Puedes hacerlo abonándola cada 4-6 semanas con un abono de liberación lenta específico para orquídeas.
En conclusión
Independientemente de que seas un jardinero experimentado o estés empezando con las plantas de interior, las orquídeas pueden presentar un reto emocionante y gratificante. Con el cuidado y la atención adecuados, estas flores delicadas y hermosas no sólo sobrevivirán, sino que prosperarán. Siguiendo la guía anterior sobre cómo plantar y cuidar orquídeas, no deberías tener ningún problema para empezar. ¡Buena suerte!